Las televisiones HD son cada vez mejores, pero para disfrutar del auténtico cine en casa sigue sin haber nada mejor que un buen proyector. Te damos las claves para dar con el que necesitas al precio más barato.

¿Cuánto cuesta un proyector?
Actualmente es posible encontrar muchos proyectores a precios baratos. La tecnología ha evolucionado en los últimos años, los proyectores se han popularizado y en consonancia los precios han bajado.
Hoy en día es posible encontrar proyectores con los que tener un auténtico cine en casa por menos de 400 euros, que podremos completar con alguna de las mejores barras de sonido disponibles en el mercado.
Conviene, eso sí, tener en cuenta qué tipo de tecnología de proyección utiliza el modelo en cuestión, ya que en función de si es LED o no los gastos pueden dispararse al tener que comprar bombillas nuevas cada cierto tiempo. Hablaremos de eso más abajo.
¿Qué tamaño de pantalla puede proyectar un proyector?
La diagonal de pantalla que puede proyectar un proyector depende de la distancia de éste a la pared o pantalla.
Como nota orientativa, un proyector que esté a una distancia de unos 3 metros de la pared proyectará una imagen de unas 100 pulgadas de diagonal (entre 2,5 m y 3 m de diagonal).
¿Se puede utilizar un proyector a plena luz del día?
La tecnología de los proyectores no tiene nada que ver con la de un televisor. En nuestro caso, la imagen, los colores, se proyectan sobre una pantalla blanca. Dado que no es físicamente posible emitir luz negra, éste color no se puede conseguir en una habitación iluminada.
Así, el color más oscuro será siempre el de la pantalla en ese momento con la luz ambiental. Cuanto menos luz haya en la habitación o salón donde tengamos el proyecto, más puro será ese negro. Idealmente, en una habitación a oscuras, el negro será perfecto, aunque el proyector siempre emite una leve luz residual, prácticamente imperceptible.
Esto implica que una habitación iluminada no es el ambiente ideal para este tipo de proyectores, aunque se puede utilizar sin problemas en penumbra.
Mantenimiento de los proyectores: bombillas
Como decíamos al principio, algunos proyectores tienen el problema de que sus bombillas pierden potencia con el tiempo y es necesario reemplazarlas con regularidad.
Por eso es importante consultar siempre la ficha técnica de los proyectores para ver la duraicón estimada de la bombilla que proporciona el fabricante, asumiendo que su cambio puede suponer un desembolso de alrededor de 150 euros.
Como norma general, la duración de las bombillas de un proyector normal ronda las 2000 horas.
Sin embargo recientemente han aparecido los proyectores con tecnología LED, que prescinden del uso de bombillas, consiguiendo un menor consumo, menor calentamiento y una reproducción de colores más viva que los proyectores tradicionales. En estos modelos LED, la duración del panel LED se estima en unas 30 000 horas. Es decir, es más probable que falle cualquier otra pieza del equipo que la bombilla.
Como contrapartida, su precio suele ser algo superior al de otros modelos.
Resolución ideal de un proyector para cine en casa
Otro aspecto que debemos considerar a la hora de elegir un proyector es la resolución que es capaz de ofrecer.
Muchos de los más baratos están pensados para presentaciones multimedia y ofrecen una resolución de salida de 800×600 píxeles, es decir, por debajo de la calidad HD, por lo que no son los más indicados para ver cine en casa.
Si lo que se desea es montar una pequeña sala de cine en casa se debe optar por proyectores que ofrezcan una resolución HD 720p, siendo el ideal el Full HD 1080p, aunque en este caso los precios suben bastante.
Un proyector con calidad HD ofrecerá una imagen sobradamente nítida para disfrutar del buen cine a un precio que no tiene por qué llegar a los 400 euros.
¿Merece la pena comprar un proyector para ver películas?
Si te gusta el cine, la respuesta es sí, rotundamente sí. Los televisores pueden ofrecer mayor resolución, mayor contraste… pero la auténtica experiencia del cine se consigue con un proyector en una habitación o salón en penumbra.
No es lo mismo una imagen proyectada sobre una pared o pantalla (si tienes una pared blanca, aunque tenga gotelé, puedes prescindir de la pantalla por el momento, aunque por supuesto con una la experiencia será más satisfactoria) que la imagen emitida por un televisor.
El ritual de bajar la persiana, de «ponerse de verdad a ver una película», equivale a la de aproximarse al cine más cercano. Combinado con un buen sistema de audio, el home cinema estará completo, a años luz de que un televisor puede ofrecer.